Para los ochenteros y noventeros, la comedia de Eddie Murphy «Un príncipe en Nueva York» fue un visionado casi obligatorio. No por ser una película excepcional, lo digo porque fue una película que se repetía muchas veces, no tantas como mi pobre angelito, pero si bastantes veces como para no toparse con ella más de una vez en los especiales de tardes de cine de los canales de televisión abierta. Esto cuando no existían las plataformas de streaming por internet y el cable no era tan masivo como hoy.
La película original fue estrenada en 1988 y ahora tres décadas después vuelve con una secuela de su primera versión, cargada de nostalgia para los que vimos la primera película y manteniendo la historia con una temporalidad actual, casi los mismos personajes y un estilo de comedia que hizo famoso a Murphy en los años 90.
Filmada en Estados Unidos, estrenada en marzo del 2021 por la plataforma Amazon Prime Video, “Un Príncipe en Nueva York 2” es dirigida por Craig Brewer, llega con un guión de David Sheffield, Barry W.Blaustein y Kenya Barris y se basa en los personajes creados por Eddie Murphy originalmente.
Resumen:
El príncipe Akeem (Eddie Murphy) está ahora apunto de convertirse en Rey de Zamunda y se entera que tiene un hijo bastardo en Nueva York, que podría ser su próximo heredero en la corona. Akeem tiene ya tres hijas, la mayor (Kiki Layne) se ha preparado toda la vida para la sucesión de su padre. Sin embargo, las tradiciones reales amenazan su reinado si no tiene un varón como heredero. A esto se suma la presión del general líder de una nación rival, que desea a toda costa pactar una boda para asegurar su influencia en la corona. Por esta razón, Akeem decide embarcarse en un avión a Nueva York en búsqueda de este hijo perdido a como dé lugar y así asegurar el futuro de su nación.
Akeem y Semi (Arsenio Hall) vuelven a Nueva York después de años emprendiendo una nueva aventura, ahora en la búsqueda de Lavelle (Jermaine Fowler), el hijo perdido del futuro rey que fue concebido en su viaje pasado a esta ciudad (película 1) descubierto por el brujo de la familia en una visión 3 décadas después.
Esta aventura, tiene bastantes guiños a la película original. Dentro de la historia encuentran al hijo bastante rápido, a mi gusto incluso es ridiculamente fácil dar con Lavelle y convencerlo de que los acompañe a Zamunda, donde debe pasar ciertas pruebas para poder ser validado como un príncipe apto para el trono. Pero esta agilidad de la trama no es relevante, ya que desde ese momento en adelante, se presentan las sub tramas más importantes del film.
¿Es igual que la película original?
La película original tiene su desarrollo principal en Nueva York, sin embargo, esta vez la ciudad estadounidense sólo sirve para contexto y partida inicial, ya que la mayoría de la historia se desarrolla en Zamunda. La forma en cómo es abordada esta secuela tiene mucho en común si la tomamos desde los personajes. La mayoría se repiten y los vemos ahora mucho más viejos y cumpliendo casi los mismos roles, elemento clave para el efecto nostalgia que genera la película.
Dentro de la trama central, también podemos ver que se repite el conflicto inicial en torno a una historia de amor del nuevo príncipe que no es socialmente aceptada en la familia real, al igual como lo vivió Akeem años antes. Sin embargo, el giro en cómo decidieron dar término a esta parte de la historia es diferente, más moderno y acorde a los tiempos y pensamientos actuales.
¿Qué quiere lograr la película?
A mi gusto, el deseo central del director es apelar a la nostalgia, esto lo hace repitiendo los mismos personajes (con los mismos actores), algunos patrones de la historia como el rol de los barberos para descubrir algunas interrogantes de los personajes principales etc.
En cómo muestran la estructura de la historia dramática y cómo abordan el desenlace con una mirada más moderna, son recursos que se ocupan para recurrir a la nostalgia también.
Algo quizás diferente, es tratar de dar un giro en entregarle al personaje principal (Akeem) un conflicto interno. Lo convierten en lo que odiaba en la primera película, repitiendo los mismos errores que sus padres, pero también gracias a ese giro es que resuelve el problema, corrigiendo sus sesgos adquiridos en el tiempo y apostando por el camino que lo llevó hace años a generar cambios. Quizás este es el único giro concreto, ya que inicialmente la historia te lleva a pensar en lo predecible, que no es cómo termina.
¿Logra ser mejor que la primera?
Personalmente creo que entretiene, destaco la intención de generar una secuela con una mirada más actual, destaco también ver a los personajes con los años encima, pero hasta ahí llega. Creo que está lejos de ser una película que genere el impacto que produjo la primera. En su momento, además de la comedia, la película genera un cuestionamiento a formas de pensar y al choque sociocultural entre los 2 mundos que se comparaban en contraste a las 2 ciudades protagonistas. Esta vez, la versión 2021 no es más que un recuerdo a lo primero, pero sin aportar nada más que eso. No hay un discurso diferente, no hay cambios o reflexiones, ni tampoco un nuevo contraste y paralelismo que vimos en la 1.
¿La recomiendo?
Un Príncipe en Nueva York 2 es una película que entretiene, ideal para ver un día Domingo en la tarde. No es una apuesta nueva que generará premios ni impacto (como El Agente Topo de mi anterior post), tampoco es mejor que la versión 1. Sin embargo, creo que para los nostálgicos y que quieren revivir una historia vista en la infancia o adolescencia, les resultará interesante.
Si no viste la primera película, quizás la vas a encontrar muy plana al no entender los constantes guiños a la película de los 80, por eso recomiendo que vean la primera antes de ver esta versión. Incluso si no se acuerdan de la trama, verla nuevamente sirve para comprender mejor la historia y entretenerse por un rato, ya que es a lo que apela la película: A la continuidad, nostalgia y a revivir lo antiguo 30 años después.
La primera versión la pueden ver en Netflix o en mismo Amazon Prime Video.
Por: Rafael Vásquez González